Del CISEN al periodismo mercenario, escribano de URO

El Plumin de Oaxaca

Por Esteban Rubio.

La desesperación siempre ha sido mala consejera. Algunas veces lleva a las personas  a caer en actos vergonzosos y ruines que sacan a relucir la verdadera materia de la que están hechos.

 

Muestra de ello, es Arturo Soriano, un ex oreja del CISEN que se hace pasar por columnista y que desde hace varios meses ha tratado de extorsionar  y engañar a la opinión pública, a funcionarios estatales e incluso a los mismos compañeros con una telaraña de mentiras, abusos y fantasías que tienen como única finalidad  continuar con su estilo de vividor y parásito, sin embargo, nunca se ha salido con la suya.

 

Con el respaldo de exgobernadores con cara de mapache y senadores por casualidad, Arturo Soriano ha buscado presionar y chantajear a políticos, empresarios, líderes de opinión, asegurando tener en su poder “información valiosa”. 

 

Nunca se ha caracterizado por ser un ejemplo de lealtad y honradez. En los tiempos de URO estaba a la disposición del ex secretario de Gobierno, Jorge Franco Vargas y ahora se ha vuelto incondicional y esbirro del senador de chiripa Eviel Pérez. 

 

Sin embargo, a Soriano poco le ha importado morder la mano que le da de comer, pues también ha buscado a periodistas y actores políticos para ofrecer información privilegiada, incluso los secretos de un senador tuxtepecano también se han ofertado a cambio de dinero. 

 

¿Sabrá URO que Arturo Soriano estuvo presumiendo que cuenta con un video de Bulmaro Rito donde se ve que anda armado y nadie lo revisa, y de las grandes cantidades de dinero que guarda en su casa?

 

Nada de esto es sorpresa, pues se sabe que este honorable caballero tiene cuentas pendientes con la justicia, principalmente en la zona de la costa, donde conserva una deuda importante, adquirida cuando caminaba con una mano adelante, otra atrás y un humilde morralito donde echaba sus pertenencias y con el que disimulaba su vocación de delincuente. 

 

Con toda seguridad, en esa zona del estado lo esperan con las puertas abiertas, pero las de la cárcel, pues sus acciones han derivado en una verdadera burbuja de enemigos para nuestro querido Sors, una burbuja que está a punto de convertirse en un cartucho de dinamita que se le va a reventar en las manos.

 

Casos como el de Arturo Soriano hay más de uno. Supuestos periodistas defensores de la moralidad que sólo aparecen cuando y con quien les conviene.

 

Por ejemplo, los críticos del abuso de poder y los malos gobernantes no han hablado acerca de la nueva anécdota del exgobernador Ulises Ruiz quien trató de imponer el meganegocio de los parquímetros con la misma empresa que iba a hacerlo en el 2006, pero esta vez Eviel Pérez Magaña seria su socio para colocarlos en la ciudad de Tuxtepec. 

 

Para ello, estuvieron presionando al famoso “gordo Sacre” presidente municipal de esa ciudad, para que autorizara su colocación y operación.  

                                                                                                  

Ulises no debió asociarse con Eviel, a quien todo le sale mal, pues resulta ahí la llevaban hasta que el magisterio se dio cuenta y de inmediato destruyó las bases que ya estaban puestas sin consenso de nadie, ni del mismo cabildo, y ni tardos ni perezosos anunciaron de manera oficial que no permitirán su colocación. Ahí será para la otra.